Hay gastos de los que no nos podemos librar cuando vivimos en un edificio o en una urbanización porque son los comunes para todos los propietarios: los gastos de la comunidad de vecinos. Cubren desde la bombilla del portal a los seguros pasando por las comisiones bancarias.
Es importante estar al tanto de esos gastos para poder aportar ideas que ayuden a reducir ese dinero ya que dependiendo del número de vecinos y la cuidad puede rondar los 1.000 euros anuales por vecino sin contar las derramas que se puedan producir.
Cómo disminuir los gastos de comunidad
A veces caemos en el error de pensar que hay gastos que se escapan a nuestro control por ser gestionadas por otras personas pero si repercuten en nuestro bolsillo tenemos la responsabilidad de saber de dónde vienen y de buscar la forma de reducirlos.
Hay pequeños gestos que podemos hacer entre todos y que pueden reducir notablemente la cuota que tenemos que pagar.
Electricidad
En relación a la luz se pueden cambiar las bombillas tradicionales por las de bajo consumo, instalar dispositivos para que sólo se enciendan cuando detecten movimiento en las escaleras o que se apaguen automáticamente cada ciertos segundos.
También hay que comparar tarifas y comercializadoras y decantarse por la que mejor se adapte a las necesidades del inmueble. Luego, toca revisarlo anualmente para ver si se puede ahorrar más y analizar lo que más consume y buscar opciones para reducirlo.