Si has tenido la suerte de convivir con tus abuelas seguro que te han enseñado cómo casi todo lo que utilizamos en cocina se puede reutilizar. Yo recuerdo siempre a mi bisabuela guardando el agua de cocer las verduras o el arroz y aunque de pequeña me sorprendía ahora he visto que es una de las mejores cosas que podemos hacer.
Precisamente de ella aprendí a reutilizar el agua de cocer los huevos para regar las plantas porque como siempre decía «les va fenomena» Y es que, lo que ella no sabía es que en el agua permanencen los minerales procedentes de la cáscara del huevo que son súper beneficiosos, además, está repleta de nutrientes que ayudan a las plantas. Eso sí, tienes que esperar a que el agua se enfríe ¡no rieges directamente después de cocer!
Por supuesto para mi es ya obligación regar con este agua pero investigando he descubierto que muchos de los «líquidos» que tiramos en la cocina tienen también utilidades y podemos aprovecharlos.