Exfoliante casero con bicarbonato
En otra ocasiones ya hemos hablado de exfoliantes caseros para ahorrar en estos productos y hoy comparto una receta fácil y económica para exfoliarnos y blanquearnos algunas zonas del cuerpo.
Específicamente yo la uso para mis codos y rodillas ya que es la parte que más raspaduras o roces tiene, como es una parte de apoyo y suele estar expuesta, esta zona se suele irse manchando y maltratando.
Mi piel es muy blanca así que cualquier variación de color se nota y esto me parece antiestético, por ello acostumbro a exfoliarme principalmente estas partes del cuerpo una vez cada quince días o al mes según sea necesario. Los ingredientes son básicos pero los resultados realmente se notan así que os dejo la receta.
Necesitamos:
- Recipiente de vidrio.
- 3 cucharadas de bicarbonato.
- El zumo de medio limón.
- Toalla o paño.
¿Cómo se aplica?
En el recipiente de vidrio vertemos el bicarbonato y añadimos el zumo de limón, inmediatamente se nota cómo hace reacción. En este instante cogemos un poco con los dedos y lo aplicamos en la zona que se desea exfoliar frotando unos segundos y dejándola ahí para que siga actuando.
Seguimos con el mismo proceso para las demás zonas, podemos aplicarlo en hombros, rodillas, nudillos y el pliegue de la axila u otras partes que necesiten exfoliación.
Dejamos actuar unos 30 minutos, a mí me gusta hacerlo cuando estoy en casa y antes de ducharme para que no queden restos.
Transcurrido el tiempo retiramos con la toalla humedecida esta mezcla, seguidamente podemos lavar con agua y jabón o bien darnos una ducha.
Es recomendable hacer el proceso por la noche o cuando no vayamos a salir al sol ya que la piel queda muy sensible por el limón y podemos mancharla aún más.
Espero que este consejo os sea útil.
3 comentarios
18 agosto, 2013
Nana
Os propongo otro exfoliante casero aún más baratito porque es con un producto reciclado: en vez de bicarbonato, usa los posos de café en la ducha. Frota tu piel con ellos, y aclárate en la ducha; no hace falta esperar con ello puesto para que haga efecto. Además, al llevar cafeína también funciona de anticelulítico. Si se quiere una versión más hidratante con la que ni hace falta body milk al salir de la ducha; mezclar los posos del café con un poco de aceite (de almendras o de girasol) antes de aplicarlo en la piel y listo.