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7 juegos y actividades para aprender a ahorrar de forma divertida
Ahorrar es un hábito fundamental para alcanzar nuestras metas financieras, pero puede resultar un verdadero reto (y bastante aburrido) si no encontramos la forma de hacerlo entretenido. Afortunadamente, existen numerosos juegos y actividades que nos permiten aprender a ahorrar de forma divertida, tanto para niños como para adultos. De hecho, en Ahorradoras, ya sabes que esto de ahorrar no los tomamos bastante en serio y hemos creado una sección que reúne los mejores restos y métodos de ahorro.
Sin embargo, en este artículo hemos querido reunir juegos en los que los más pequeños también puedan participar. Así que esperamos que tola la familia pueda ahorrar de forma divertida con estas ideas.
1. La hucha viajera:
En lugar de la tradicional hucha estática, podemos crear una hucha viajera que vaya rotando por diferentes lugares de la casa. Cada vez que la hucha llegue a un nuevo destino, los miembros de la familia deberán depositar una cantidad de dinero en ella. Esa cantidad puede ser fija o variada dependiendo de las posibilidades de los participantes. Al final de un período determinado, se abrirá la hucha y se contarán los ahorros. Esta actividad fomenta el ahorro en familia y nos enseña a valorar el esfuerzo de guardar dinero.
Otra modalidad muy parecida a esta es la de “El método de los 100 sobres”, tan solo cambiamos la hucha por los sobres y establecemos precios fijos.
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2. El mercadillo de los trueques:
Organizar un mercadillo de trueques en casa o en la comunidad es una excelente forma de aprender a ahorrar y a consumir de forma responsable. Cada participante puede llevar objetos que ya no utilice y que puedan ser útiles para otros. El objetivo es intercambiar estos objetos sin necesidad de gastar dinero. Esta actividad nos enseña a dar valor a lo que ya tenemos y a evitar el consumo impulsivo.
3. El juego de los presupuestos:
Crear un juego de mesa en el que los participantes tengan que administrar un presupuesto ficticio puede ser una forma divertida de aprender a tomar decisiones financieras. El juego puede incluir diferentes situaciones en las que los jugadores tengan que elegir entre gastar dinero en necesidades básicas o en deseos, o en las que tengan que hacer frente a imprevistos económicos. Esta actividad nos enseña a priorizar gastos y a planificar nuestro presupuesto.
4. El reto de las 52 semanas:
El reto consiste en ahorrar cada semana el número de euros correspondiente a cada semana, por ejemplo:
- La semana 1 ahorro un euro.
- La semana 2 ahorro dos euros
- La semana 19 ahorro 19 euros
Y así sucesivamente hasta que llegues a la última semana del año que es la semana 52. Si sacas la cuenta esa última semana te darás cuenta que habrás conseguido ahorrar 1378 euros.
Puedes profundizar más en este juego aquí: Reto de ahorro de las 52 semanas con plantilla gratis.
5. El diario de gastos:
Llevar un diario de gastos puede ser una herramienta muy útil para tomar conciencia de nuestros hábitos de consumo y identificar áreas en las que podemos ahorrar. En el diario se anotarán todos los gastos diarios, por pequeños que sean. Al final de la semana o del mes, se revisará el diario para analizar los gastos y buscar formas de reducirlos. Esta actividad nos enseña a ser organizados y a tomar el control de nuestras finanzas.
6. El juego de los descuentos:
Este juego consiste en buscar y aprovechar descuentos y ofertas en productos y servicios que necesitemos. Se pueden utilizar cupones descuento, tarjetas de fidelidad, o simplemente comparar precios en diferentes establecimientos. El objetivo es conseguir el mejor precio posible para ahorrar dinero. Esta actividad nos enseña a ser consumidores inteligentes y a aprovechar al máximo nuestro dinero.
7. El reto de los 30 días sin gastar:
Este reto consiste en no tomar ninguna decisión de compra en respuesta a un estímulo en 30 días. Es ideal para detener las compras impulsivas. Se pueden establecer excepciones para gastos básicos como alimentos, vivienda o transporte, pero se evitará gastar en caprichos o compras impulsivas. Este reto nos enseña a vivir con menos y a valorar lo que realmente necesitamos.