Estos días hemos recibido varios mensajes en los que nos preguntáis cómo conservar la cosecha de vuestros árboles frutales, porque al darse toda la fruta a la vez, es demasiada para consumir en casa. Una opción con la que tendréis fruta para todo el año es elaborando mermelada casera para consumir en los desayunos, en coberturas de tartas, para acompañar quesos…
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Cómo hacer mermelada casera
La mermelada es muy sencilla de hacer y conservar, el único inconveniente es que lleva bastante azúcar, pero si se consume en pequeñas cantidades no hay problema.
Elaboración
Para preparar tu mermelada casera lo primero que tienes que hacer es lavar bien la fruta que quieres convertir en mermelada (kiwi, melocotón, albaricoque, pera…), pelarla y sacarle el hueso si fuese necesario. Una vez la tengas lista la troceas menuda y la pesas en una báscula de cocina. Este punto es el más importante. Por cada kilo de fruta pondremos 400 gramos de azúcar.
En una cazuela (en frío) ponemos la fruta, el azúcar correspondiente según el peso de la fruta y el zumo de un limón. Llevamos la olla al fuego y la ponemos a temperatura media, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Cuando veas que la fruta ya está muy blandita la pruebas para ver si está bien de azúcar. Ya solo queda pasarla por la batidora para dejarla más finita (a tu gusto). Si queda demasiado densa puedes añadir un poquito de agua caliente y remover bien.