Las sillas tapizadas quedan bien en cualquier salón pero con el uso se terminan ensuciando y de vez en cuando hay que limpiarlas para que no desluzcan el salón con cercos, manchas de grasa u olores desagradables. Si hasta ahora no te habías atrevido a limpiar las sillas tapizadas te voy a dejar unos sencillos trucos para que queden como nuevas con poco esfuerzo.
Trucos para limpiar la tapicería de las sillas
- Aspirar: Lo primero, antes de mojar la tela, es aspirar la silla para eliminar el polvo acumulado. Si no dispones de aspirador puedes pasar un cepillo suave. Esto deberías hacerlo habitualmente, sobre todo si sueles ventilar mucho la casa.
- Pretratar las manchas (si las hubiese): Si mientras aspiras ves manchas localizadas debes pretratarlas para que el resultado final sea bueno. No uses un jabón que hagan demasiado espuma o será difícil de eliminar y tendrás que mojar demasiado el relleno de la silla. Puedes decantarte por el percarbonato de sodio. Disuelve 3 cucharadas soperas en agua caliente y con ayuda de una esponja bien escurrida ve frotando las manchas y el resto de la tapicería para que no queden cercos.
- Amoniaco disuelto en agua: Un clásico que en mi casa se lleva utilizando toda la vida es el amoniaco. Pon en un cubo agua templada y una taza de amoniaco con detergente o perfumado. Moja un paño que no suelte pelusa y escúrrelo bien. Luego frota bien la tapicería de arriba hacia abajo y deja que se seque al aire, sin que le de el sol directamente. No es el producto más natural pero da muy buenos resultado. No olvides hacerlo en un lugar ventilado y con mascarilla para evitar intoxicaciones con los vapores.
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- Prueba los limpiadores en una zona oculta: Tanto si aplicas uno de los trucos anteriores como si te decantas por un limpiador de tapicerías comercial debes probarlo antes en una zona oculta e interior de las sillas para evitar que dañe la tapicería.
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