Hace ya tiempo que el mundo se movilizó para frenar el uso del plástico y todos estamos concienciados de lo importante que es ir cambiando nuestros hábitos: llevar nuestras propias bolsas al supermercado para la fruta, las legumbres y la compra en general, reducir el uso de plásticos, reutilizar los tarros de cristal o utilizar en casa servilletas de tela.
Ver también «Cómo reciclar bien los desechos de la cocina«
Otro gran cambio para unirnos al Zero Waste es pasarnos al uso de jabones sólidos para el cuerpo y el pelo. Así reduciremos el uso de plásticos, llevan menos químicos porque no necesitan conservantes y son más económicos.
Pero el principal inconveniente de estos productos de higiene es que una vez que se van gastando son más difíciles de utilizar.
Cómo aprovechar los trozos pequeños de jabón sólido
- Lo primero que tenemos que hacer es guardar los trocitos de jabón sólido que dejamos de utilizar por su pequeño tamaño. Da igual que sean de diferentes fragancias o colores, se pueden mezclar. Yo los tengo en un frasco de cristal hasta que junto varios.
- Cuando ya tenemos varios trozos los rallamos.
- Al jabón rallado le añadimos agua tibia (30 militros de agua por cada 200 gramos de jabón).
- Opcionalmente le puedes añadir un chorro de aceite de oliva, coco o almendras.
- 10 gotas del aceite esencial que más te guste, por ejemplo de lavanda.
- Con la ayuda de un mezclador hacemos una pasta con toda la mezcla hasta que se haya fundido el jabón.
- Ya solo queda darle forma de pastilla de jabón con un molde o con las manos y dejar que se solidifique de nuevo.
Si te da pereza ponerte a rallar el jabón puedes fundirlo al «baño María» o en una olla al fuego, el resto del proceso será el mismo 😉 .