La de hoy es una técnica tan sencilla que de tanto como es la pasamos por alto y no la llevamos a la práctica. En este post quiero mostrarte de qué manera vas a poder tener tiempo para aquello que más feliz te hace.
Muchos días me iba a la cama con la sensación de no haber parado en todo el día, de haber tenido veinte frentes abiertos, de haber empezado o incluso terminado tareas pero igualmente insatisfecha porque no me daba tiempo de realizar otras.
Entre ellas algunas que me hacían muy feliz, pero la obligación manda, como nos pasa a todos.
Te confieso que después de no parar en todo el día entre mi vida profesional, personal y familiar acabo exhausta y raro era el día que no me quedaba con la sensación de que debería haber jugado más con mi hija, tendría que haber visitado a mis padres o haber conseguido sacar unos minutos para darme un automasaje o escuchar de manera consciente música que siente bien a mi alma.
Y eso que tengo un trabajo envidiable, que puedo trabajar cuando y desde donde quiero, y ahí radica el problema, que si te gusta tu trabajo y además es tu propia empresa te pasarías el día trabajando.
Trabajar es importante, desde luego, y hay que dedicar buena parte de nuestra energía a ello cada día pero no lo es todo, hay otras facetas de la vida que no quisiéramos dejar olvidadas.
No quería que siguieran pasando los días y no aprender de esa situación, no quería seguir con esa sensación. Y ojo que no va solo de trabajar demasiado, esto nos pasa también en fines de semana, que todo parece que sea más urgente que el tiempo para nosotras mismas.
Para ello recurrí a una persona que suele ayudarme a recolocar las prioridades en épocas de mi vida en que me siento estancada y abrumada por tanto peso sobre mí (el que me toca y el que me pongo yo mismita…).
Esta persona, me recordó un vídeo que vi en su día en Youtube o en Facebook que es tan tan ilustrativo que hasta me sabe mal explicártelo pues prefiero que lo veas.
Lo he buscado y te lo dejo aquí para que lo tengas a mano ahora:
https://www.youtube.com/watch?v=Aw1lOieUVDs
El frasco de la vida representa algo de lo que habla en su libro Los hábitos de la gente altamente efectiva Stephen R.Covey, un libro del estilo de los que me gustan y que por supuesto está en mi biblioteca.
El autor puso a uno de esos hábitos el nombre «Pon primero lo primero» y es que si no ponemos lo más importante en el bote como en este caso se representa por las pelotas de golf (familia, amigos, salud, pasiones…) nos veremos sobrepasados por otro tipo de tareas que estarán llenando ese bote que es la vida y que no dejarán lugar a las pelotas de golf.
Si colocamos las pelotas de golf primero lo demás tendrá que adecuarse al espacio que queda. Me parece un razonamiento muy lógico y que voy a empezar a aplicar de verdad y con constancia desde ya mismo.
Como ahorradora me gusta optimizar todo, tanto el dinero, como el espacio, el tiempo…. que no se desperdicie nada ni se esté destinando ningún recurso a algo que no se realmente importante. El tiempo es vida así que no podía no compartir este consejo de ahorro y gestión del tiempo que creo que te puede beneficiar.
Te voy a aconsejar algo que también quiero sirva para mi, esto no va de verlo y no pasar a la acción, te olvidarás y no habrá servido de nada. Va de que, si estás de acuerdo, empieces a llevarlo a la práctica y consigas incorporarlo como un hábito más cada mañana.
Ahora te invito a que hagas lo mismo con tus finanzas.
Que lo de verdad importante (tú) sean esas pelotas de golf, tu seguridad financiera es lo que yo considero más importante, pagarte tú primero. Y después, todo lo demás.
Si colocas primero el resto de «gastos» no te quedará apenas nada a final de mes.
Siendo tú lo que representan esas pelotas de golf que colocaremos en primer lugar, el resto de gastos deberán ajustarse a lo que quede disponible.
Te animo a que le des unas vueltas a la reflexión de hoy tanto en materia de tiempo como de dinero y que me dejes tu comentario.
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