Ésta pueda ser una buena opción para llevarnos a la playa o al campo estas vacaciones, eso sí, dentro de nuestra neverita. Las croquetas de atún son un plato socorrido, ultra conocido y pueden hacerse de tantas formas que no terminaríamos nunca de cocinar y probar todas las recetas para hacer estas croquetas.
Además, se convierte en un plato perfecto para ofrecer en las reuniones. Primero porque es bastante sencillo, segundo por su bajo coste y tercero (y lo más importante) porque es delicioso.
Hoy compartimos la receta de croquetas de atún de Mireia, una chica encantadora que nos sigue cada día desde Venezuela.
Nos cuenta quién le enseñó a preparar las croquetas de atún de este modo y cuáles son los pasos que sigue e ingredientes que utiliza para que podamos hacerlas como ella. Comparte lo siguiente:
Conocí las croquetas de atún de la mano de una tía quien parece que recibió una bendición divina en sus manos cuando de arte culinario se trata. Recuerdo que no creía lo que estaba probando y que con tan pocos ingredientes pudiera nacer algo tan sabroso.
Esta merienda es ideal para que animéis a los pequeños de la casa a probar el pescado en caso de que no les guste. Será un avance y a partir de allí podrán entusiasmarlos a probar otros platillos.
Ingredientes
- 2 latas de atún desmenuzado en agua
- 1 taza de pan rallado
- 1 huevo
- 1 puñado de perejil
- ½ taza de cebolla picada en cuadritos
- 1 pizca de sal
Preparación
El primer paso es abrir vuestras latas de atún, luego debéis proceder a eliminar toda el agua que contiene el recipiente. Para mayor efectividad podéis usar un colador. Mientras más seco esté el pescado, mejor será la consistencia.
Una vez culminado este proceso añadid el atún a un recipiente grande y agregad la cebolla y el perejil; éstos le darán un toque de sabor perfecto a vuestras croquetas. Es importante resaltar que la cebolla debe estar picada en cuadritos pequeños.
Ahora es el momento de agregar el huevo y mezclarlo con los demás ingredientes, por último y para terminar la mezcla añadid sal al gusto.
A partir de aquí llegó el momento en el cual hay que hacer bolitas con nuestros dedos y aplastarlas para que tengan forma alargada.
Finalizado este paso colocaremos el pan rallado en un plato largo tratando que cubra completamente el mismo para que luego podamos pasar las croquetas por éste.
El objetivo es que queden completamente cubiertas, de allí las pasaremos a la sartén, donde habremos vertido suficiente aceite, preferiblemente de oliva.
Si agregáis la cantidad de aceite necesaria para cubrir por completo las croquetas no tendréis que voltearlas y se freirán de manera uniforme.