¿Sabemos lo que comemos?
Echando hoy un vistazo a la web de la OCU me he topado con un artículo que hablaba de como algunos productos cotidianos no son lo que parecen.
Es muy curioso porque hace como cosa de un mes una amiga me contaba como la pediatra le había prohibido los zumos «comprados» a su peque por su alta cantidad de azúcar, similar a la de un refresco y el año pasado, en una revisión con el endocrino, éste me indicó que el embutido de pavo solo tiene entre un 40 y un 60% de pavo según la marca, lo demás son fécula, añadidos etc…
Está claro que no se nos pasaría por la cabeza que nuestro peque todas las tardes merendara un refresco, nos parecería una locura, sin embargo, ver a un niño con un envase de estos pequeñitos de zumo es bastante habitual y que hemos interiorizado que el pavo o el jamón york es buenísmo para llevar una alimentación equilibrada. Por eso, he querido compartir contigo esta lista de 5 ingredientes que no son lo que parecen porque a la hora de hacer la compra, además de intentar ahorrar lo más posible, debemos estar informados de lo que comemos.
- Zumos: La mayoría realmente son néctares que contienen una mitad de fruta y la otra de agua con azúcar. De hecho, las marcas más vendidas son las que menos cantidad de fruta contienen.
- Jamón York: Normalmente se trata de una mezcla de carnes de baja calidad que lejos están de ser jamón. Además, cuando las marcas añaden el adjetivo «extrajugoso» significa que contiene mas agua y menos carnes. Lo mismo pasa con el pavo. Yo he encontrado una marca cuya carne es 98% pavo de verdad y te aseguro que se nota la diferencia (y no es mucho más caro, además).
- Queso rallado para gratinar: Aunque se llame queso, realmente no lo es. Se trata de una mezcla de producto lácteo y grasas vegetales bastante mas baratas.
- Carne picada envasada: Normalmente contiene entre un 65% y el 90% de carne. El resto son espesantes, almidón etc. ¿Mi consejo? Lo mejor es ir a la carnicería y que te piquen la carne a partir de una pieza.
- «Calamares» envasados: Son estas anillitas que nos venden como calamares y que en realidad son pota. Al tratarse de otra especie se procesan con agua y fosfatos para hacerlas más tiernas y blanquearlas y que se parezcan más al calamar original.
Afortunadamente en España todos los productos pasan controles de calidad lo que quiere decir que, en principio, nada de lo que comamos va a estar mal pero conviene que no intenten engañarnos y leer el etiquetado de los productos.
Fuente: OCU
Seguro que te resultan muy interesantes también los post «Diferencias entre los zumos que venden en los supermercado» y «Cómo elegir la carne picada«.
1 comentario
29 enero, 2016
Rocio Martinez
Lo del queso no lo sabía. Aggh que asco! La carne picada hace tiempo que la pido en la carnicería porque me había dado cuenta que la que tienen envasada en los refrigeradores, no solo las de marca, sino las del propio supermercado, tienen mucha más grasa. Seguro que meten las peores piezas de la carne y lo que nadie quiere en carnicería.