Trucos para conservar el pan fresco
Si compras el pan y al día siguiente tienes que tirar lo que sobra porque se pone duro estate atenta porque hay trucos para que el pan no se vuelva como una piedra. Muchos de ellos te sonarán, a mi más de uno me ha recordado a la casa de mis abuelos.
- Lo primero que debes de hacer es comprar un pan de buena calidad (no siempre es sinónimo de pan caro). Los panes que se conservan más días son los que están elaborados con alguna grasa, aceite o mantequilla. Si recurres a panes de supermercado estilo baguette terminarás tirando el sobrante. Si compras este pan por su precio coge el tamaño que vayas a consumir al día.
- El pan de hogaza o de pueblo tardará más tiempo en ponerse duro. Esto se debe a que tiene la corteza más gruesa y conserva mejor el almidón. Puede que el desembolso inicial sea más grande que si compramos barra de supermercado pero si nos va a servir para comer 3 días compensa, ¿no?.
- Si lo compras caliente deja que se enfríe al aire libre, si viene en una bolsa de plástico sácalo cuanto antes para que no pierda la humedad, el plástico lo hará «sudar» y se quedará correoso. Además el plástico propicia la aparición de moho.
- Consérvalo en un lugar seco a temperatura ambiente.
- Trocea solo el que vayas a comer. Es más difícil conservar el pan en trozos pequeños, se endurece antes.
- Para almacenarlo recurre a la típica bolsa de tela de las abuelas, es donde mejor está. Sino también puedes guardarlo en bolsas de papel, cajas de madera o paneras de toda la vida. Un truquito de abuela es meter un trocito de patata en la bolsa del pan, hará que no pierda la textura crujiente.
- Si quieres conservar el pan de molde mételo en la nevera dentro de su bolsa, aguantará más días fresco, incluso pasada la fecha de caducidad. Pero el pan normal ni lo acerques a la nevera. Lee aquí mi review sobre Oroweat de 12 cereales y semillas, mi pan de molde favorito.
- Si no vas a comer en casa lo próximos días no te arriesgues a que se eche a perder y recurre directamente a congelarlo. Coge una bolsa de plástico hermética, de las de congelar o envuelve el pan el papel de aluminio. Congélalo en trocitos para ir descongelándolo a medida que lo necesites porque una vez que lo saque ya no podrás volver a congelarlo. El día que lo necesites sácalo unas horas antes para que se vaya descongelando o mételo unos segundo en el microondas envuelto en papel de cocina y luego deja que se enfríe. Te dejo en este enlace unos trucos para congelar y descongelar correctamente los alimentos.
- Si ya se ha puesto seco, humedece un poco la corteza y mételo al horno a 70º unos minutos
Si después de todos estos consejos el pan termina por ponerse duro recurre al plan B: haz torrijas, picatostes, pan rayado… te dejo aquí todo lo que puedes hacer con el pan duro.
¡Feliz ahorro 😉 !