No hay cosa que me de más rabia que echarme perfume y que a las pocas horas ya no huela. Es verdad que cuando llevamos utilizando la misma fragancia durante mucho tiempo ya no la percibimos pero podemos poner en práctica unos truquitos para hacer que el olor perdure algo más.
- Ponte una fina capa de vaselina en las zonas en las que rocíes el perfume. Las mejores zonas para echarnos perfume son en las que se puede notar el latido: detrás de las orejas, parte interior de los codos, parte interior de las muñecas, parte posterior de las rodillas y escote. En esas zonas suele haber más humedad lo que ayudará a propagar el olor.
Como puedes ver en la foto le estoy dando buen uso a la muestra de Yodeyma que regalaban hace unos meses.
- Otro truco es mezclar el perfume con la crema corporal (sin olor) que utilizas al salir de la ducha. Una vez que eches la crema en la palma de la mano pulveriza una sola vez el perfume encima, o deja caer unas gotas, Mezcla bien la crema y aplícatela por el cuerpo. Esto hará que tengas tantas olores como perfumes tengas. Procura no poner la mezcla en las piernas si acabas de rasurarte porque el perfume contiene alcohol y puede causarte escozor.
Y si tu perfume favorito es demasiado fuerte te recomiendo que lo pulverices al aire y te pongas debajo para que caiga sobre ti una leve bruma y se reparta bien por tu pelo y hombros, el olor será mucho más sutil. Eso sí, procura cerrar los ojos.
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¡Feliz ahorro 😉 !
