¡OJO! No laves el pollo crudo
Si eres de las que lavas el pollo cuando está crudo este artículo te interesa, y es que se ha demostrado que esta práctica aumenta el riesgo de propagación de la bacteria campylobacter en tus manos y en las superficies de trabajo de la cocina al igual que las salpicaduras de agua pueden infectar la ropa u otros utensilios de cocina.
Para evitar este contagio, la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA) recomienda la cocción directa del pollo sin lavarlo con anterioridad.
Una de las principales intoxicaciones alimentarias es la enteritis por campylobacter, esta bacteria se contagia cuando se consumen alimentos que han sido infectados como es el caso de los vegetales frescos, aves crudas o incluso, la leche sin pasteurizar.
Los síntomas de esta infección son evidentes: diarrea, dolor abdominal, fiebre, vómito y naúseas. Afortunadamente, estos síntomas suelen durar muy pocos días pero pueden llegar a ocasionar problemas de salud a largo plazo como es el síntoma del intestino irritado.
El tratamiento de esta infección consiste en beber mucha agua, comer pequeñas cantidades de comida durante el día, ingerir comidas saladas y adoptar una diete alta en potasio. Aunque siempre se recomienda la vista al médico.
No es la primera vez que en Ahorradoras hablamos del pollo y es que es protagonista de muchísimos platos tanto en nuestra cocina tradicional como en platos más sofisticados. Te contamos cómo saber si un pollo está fresco, hemos cocinado muslitos a la coca cola, brochetas de pollo (riquísimas), y muchas más.
Además, te recomendamos encarecidamente compres el pollo siempre entero, ahorrarás mucho dinero respecto a cortarlo por piezas como te contamos en este post donde además te mostramos cómo despiezar un pollo.
Espero que esta información te haya sido de utilidad :-).