Tras el verano, llegamos al otoño con los pies algo resecos por los cambios climáticos y el uso continuado de distintos zapatos. Para que puedan volver a ser los de antes y estén más finos y suaves, anota estos trucos.
Una exfoliación (ver exfoliantes caseros) con cremas hidratantes al menos una vez por semana es necesaria, especialmente en épocas de extremas condiciones atmosféricas, como son el verano o el invierno. Así como cuidamos nuestro cabello, los pies necesitan de una reparación total al sufrir mucho más. Las exfoliaciones de pies también suelen hacerse con piedra pómez.
Gracias a los exfoliantes acabaremos con las pieles muertas, las durezas y las posibles consecuencias de éstas, como las ampollas y callos. Si tenemos dolor de pies, el agua fría (casi congelada) va muy bien, aunque al principio cueste, para reactivar la circulación y ofrecer sensación de frescor en esta zona.
Los trucos caseros nos encantan. Por ello, para que los pies respiren y estén menos secos y más suaves, mezclaremos un poco de miel en agua e introduciremos los pies dentro durante un rato. Lávate bien los pies con jabón posteriormente. Y es que la miel es un antiséptico natural que sirve para muchas cosas y que nos deja la piel libre de impurezas.
Las mascarillas caseras son una buena solución para mantener nuestros pies cuidados y ahorrar. Mezclaremos en un bol un poco de yogur y aguacate, cuando tengamos la pasta hecha nos la aplicaremos en cada pie y la dejaremos actuar durante unos minutos. Después la eliminaremos con agua tibia.
Además, puedes leer nuestro artículo para acabar con las durezas de los pies.
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