Hasta la fecha, los yogures caducaban a los 28 días de estar elaborados. A partir de ahora, cumpliendo con la nueva medida que se ha presentado dentro de la estrategia contra el desperdicio de alimentos, serán los propios fabricantes de yogures quienes indiquen en sus productos una fecha de consumo preferente.
Cuando en los yogures dejemos de ver su fecha de caducidad siendo sustituida por el «consumir preferentemente antes de..» sabremos que podemos consumir el producto pero que, a partir de esa fecha indicada por el fabricante, el producto puede haber perdido algunas características organolépticas (sabor, textura, color), según cita El País.
Debemos saber diferenciar la fecha de consumo preferente y la fecha de caducidad. Ésta última, según para qué productos puede repercutir en un mayor o menor riesgo para la salud. La fecha de consumo preferente, por el contrario, como decía en el párrafo anterior, indica que puede haber una pérdida de características que no tiene por qué suponer ningún riesgo.
Personalmente, no tengo reparos en comer algún producto que hace unos días que ha caducado ( dependiendo del tipo de producto, claro está) siempre que huela bien y su aspecto sea correcto.
Podéis ampliar información sobre esta medida del Gobierno aquí.
