Muy a menudo, muchas personas consideran ciertos libros como «raros» solo porque contienen maneras de pensar diferentes a las que uno tiene que no por ello deben ser mejores ni peores. Lo bueno es abrirse a nuevos a conocimientos y más cuando éstos pueden ayudarnos a vivir mejor.
No es una historia que haya escuchado si no que me pasó a mi cuando hace unas semanas fui a una biblioteca municipal en busca de algunos libros como » La buena suerte» o «La buena crisis» ambos de Alex Rovira y la misma bibliotecaria etiquetó estos libros de «raros».
¿Por qué debemos considerarlo raro si ni siquiera lo hemos leído? Quizá hayas leído el resumen y al ver que no coincide con tu manera de pensar lo has considerado «no apropiado» para ti.
Muchos libros de este tipo, como los que recomendó Irene en otro post hace unos días, encierran conocimientos, experiencias, frases que, si abres tu mente, te das cuenta de que quizá no anden tan desencaminados, que tal vez nosotros los consideramos «raros» porque hemos sido educados según costumbres diferentes.
Este post viene a raíz de una charla que he tenido con una amiga en una cafetería de ambiente irlandés que hay en mi ciudad donde una se siente agusto para charlar y debatir. Las dos tenemos la misma forma de pensar en lo referente al dinero y nos ha ido bien y, cada día, intentamos aprender un poco más de la experiencia de otros para labrarnos un buen porvenir, a poder ser, libre de preocupaciones. Creo que en este deseo coincidimos todos.
Me comentaba que una amiga había adquirido una gran casa con jardín por un precio alrededor de 280.000 euros más toda clase de lujos ( préstamo aparte para tal fin) teniendo un contrato de trabajo por obra y servicio y cuya pareja , aunque bien remunerada actualmente, no contaba con un contrato de trabajo fijo. Para llegar a hacer frente a los pagos, y con mucha suerte, había encontrado un trabajo de camarera para los fines de semana que poco tiempo le dejaba para disfrutar de «su sueño», esa casa encantadora y confortable que acabará de pagar cuando cumpla los….. 80??? y de la que no disfruta más que unas horas a la semana. Y eso, con suerte porque tiene trabajo, que el día que pueda disfrutarla será porque no tiene trabajo y, por tanto, no la podrá pagar.
Debatíamos acerca del planteamiento financiero en esta situación. No sería mejor adquirir un apartamento con dos habitaciones ( que tampoco está mal) y no sentirse tan obligada a tener que trabajar durante tantas horas y a tener que pedir dinero a la familia cuando el trabajo falte? De verdad creen que van a tener trabajo ambos ( porque es necesario el sueldo de ambos) hasta los 80 años?
Quizá algunas personas deberían dejar atrás las costumbres de querer aparentar más de lo que uno tiene de forma que podrían vivir mejor. Por eso, ciertas formas de pensar o algunos libros creo que pueden ser buenos para borrar de nuestra mente algunas costumbres adquiridas y darnos cuenta de que pueden haber otras maneras de enfocar nuestra vida para hacernos más felices, liberándonos de obligaciones y ayudándonos a ahorrar para tener un futuro con menos preocupaciones que, al fin y al cabo, es lo que muchas queremos.